De Sevilla al aula de examen: lo que vivimos en el curso 2024–2025


Un paso adelante: Docentes Opositores


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Si en 2023–2024 mi vida giraba alrededor del sindicato SIEP, en 2024–2025 doy un salto clave: entro en la academia Docentes Opositores, en Sevilla, para llevar la especialidad de Lengua Extranjera Inglés en Primaria.

Ya no preparo a un grupo pequeño, sino que me integro en un equipo consolidado, con un proyecto que respira profesionalidad y un alumnado mucho más numeroso.El reto es inmenso: escribir desde cero los 25 temas del temario, crear supuestos prácticos y guiar la preparación de la programación y las unidades didácticas.

Ese año vivo con un teclado echando humo y una libreta llena de esquemas. Normativa, metodología, ejemplos reales de aula. A todo esto sumo algo más personal: las conversaciones con mi director de tesis en la Universidad de Córdoba, que se convierten en gasolina para darle rigor y frescura al material.

Una convocatoria con trampa

La Orden de 21 de febrero de 2025 abre la convocatoria. En Inglés de Primaria salen 503 plazas (450 de turno general, 53 de reserva por discapacidad). El examen mantiene la dureza de siempre, pero añade un matiz que lo convierte en una auténtica ruleta rusa:

  • Primera prueba (4h 30m):
    • Supuesto práctico (elige uno entre tres).
    • Desarrollo de un tema (elige uno entre dos).
    • Penalizaciones automáticas por faltas de ortografía: la primera cuesta –0,5, la segunda –1,5… y la quinta anula el examen.
  • Segunda prueba:
    • Programación Didáctica (50–70 páginas).
    • Defensa oral y exposición de una Unidad Didáctica.

En teoría, el objetivo es medir la competencia docente.
En la práctica, muchos opositores pierden años de preparación por una tilde olvidada o por escribir “medeval” en lugar de “medieval”. Un error mínimo que, en otras comunidades, ni te restaría puntos aquí te expulsa del proceso. No exagero cuando digo que ese criterio fue la pesadilla de mis opositores. Y también mía.

Preparar más que contenidos

Ese curso en Docentes Opositores mi trabajo se divide en tres frentes:

  1. Temario:
    • Redacto los 25 temas completos.
    • Los lleno de ejemplos, actividades y referencias reales de aula.
    • Los ajusto al milímetro al currículo y a los criterios de tribunal.
  2. Programación y Unidades Didácticas:
    • Acompaño a cada opositor en la escritura.
    • Ensayamos defensas orales con cronómetro y mirada crítica.
    • Trabajamos la atención a la diversidad no como apéndice, sino como eje central.
  3. Supuestos prácticos:
    • Planteo casos realistas: conflictos en tutoría, inclusión, bilingüismo.
    • Diseñamos respuestas claras, con estructura y argumentos pedagógicos sólidos.
    • Entrenamos estrategias para que el tiempo en examen no se convierta en enemigo.

Y todo esto lo mezclo con lo más difícil: gestionar nervios, frustraciones y expectativas. Porque preparar oposiciones no es solo enseñar contenidos, es acompañar vidas en pausa.

Los resultados: de la frustración al éxito

Ese curso trabajo con 15 opositores.

  • 1 abandona.
  • 2 no llegan a presentarse.
  • 1 pierde su oportunidad por la maldita norma de las faltas de ortografía.
  • El resto aprueba.

Y lo más importante: 4 consiguen plaza.
Una de ellas, además, se convierte en la primera de su tribunal.

Después de un año de madrugones, lecturas cruzadas y sesiones interminables de ensayo, ese resultado suena a victoria. No solo por las plazas, sino porque demuestra que un temario sólido, supuestos bien trabajados y acompañamiento real son la combinación que abre puertas.

Lo que me llevo del curso 2024–2025

  • Escribir temario propio marca identidad. No es un PDF anónimo; es una preparación hecha a medida del examen y del aula.
  • El sistema es duro e injusto. Pero la buena preparación puede torcerle el brazo.
  • Trabajar en equipo multiplica. Con Docentes Opositores aprendo a pensar en grande y a llegar más lejos.
  • Los números importan. Cuatro plazas y una primera de tribunal no son casualidad: son la prueba de que el esfuerzo colectivo funciona.
  • La ortografía no puede ser un muro. Enseñar contenidos no basta: también hay que entrenar la revisión, la velocidad de escritura y hasta cómo respirar en un examen de cuatro horas.

Mirando hacia adelante

Hoy sigo en Docentes Opositores, convencido de que preparar oposiciones es mucho más que enseñar un temario. Es acompañar procesos vitales que cambian carreras y familias enteras.

Ese año fue el impulso que necesitaba para seguir construyendo lo que ahora quiero compartir en Reforma Docente: una preparación honesta, sin postureo, y con un único objetivo: formar docentes competentes, seguros y comprometidos con la escuela pública.

👉 Y ahora te pregunto:
¿Qué parte de la oposición te da más vértigo: el temario, los supuestos, la programación o la exposición oral?

Déjamelo en comentarios. Quizá tu experiencia marque el próximo artículo.

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